La búsqueda de la paz en Colombia sigue en marcha

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Fueron muchas las reacciones que tuvimos los colombianos tras conocer los resultados del plebiscito. El triunfo del No apagó los ánimos de los del Sí. La mañana del lunes –y gran parte del día- estuvo plagada de incertidumbre y preocupación. ¿Se rompería el acuerdo? ¿Qué harían las FARC? ¿Continuaría la guerra? ¿Qué pasaría con el cese al fuego? Eran muchas las preguntas que invadían a los ciudadanos, pero algunos decidieron actuar. Estudiantes de diferentes universidades bogotanas resolvieron que la búsqueda de la paz no podía acabar así y organizaron una marcha en silencio con velas y antorchas. Era la marcha de la paz, de la inclusión, de la unión. Juntos, los del Sí y los del No, los colombianos, exigirían la paz. La voz se extendió a diferentes ciudades del país y del mundo entero, anhelando el fin del conflicto.

En Bogotá, el punto de encuentro fue el Planetario y la hora las 5:00 p.m. del miércoles 5 de octubre. Una hora más tarde las calles de la capital estaban inundadas de gente que poco a poco empezó a caminar hacia la Plaza de Bolívar. El recorrido fue largo pero valió la pena. De vez en cuando se oían gritos pidiendo la paz definitiva, pero el clamor de silencio logró contenerlos. Ya en la Plaza, que se iba llenando poco a poco, la multitud estalló. Acompañados de velas y banderas blancas, pedían el fin de la guerra, recordaban a los que no estaban presentes –principalmente a los campesinos y a las víctimas de Bojayá, Toribío y demás regiones afectadas- y anhelaban que se mantuviera en pie la búsqueda de la paz.

Los resultados fueron inmensos. Cerca de 30.000 personas que cantaron el himno nacional en la Plaza de Bolívar pudieron ver cómo su esfuerzo había valido la pena. El jefe negociador de las FARC en La Habana, Iván Márquez, aseguró que “Ante este respaldo multitudinario de Colombia a la paz, juramos no dar marcha atrás”. Los medios de comunicación también hicieron eco de la marcha en silencio y del clamor de miles de ciudadanos. El presidente Juan Manuel Santos, en nombre de todo el Gobierno, se comprometió, asimismo, a continuar luchando para conseguir la paz. Por eso hoy, después de una semana de incertidumbre y buenas noticias –incluido el premio Nobel de Paz que da un empujón más de confianza al proceso-, el país está lleno de esperanza y fe. Los colombianos seguimos soñando y trabajando, unidos, por el fin del conflicto.