Las elecciones del domingo y el futuro del sector rural

Hace cerca de tres años se comenzó a presentar un cambio significativo para el sector rural del país. Después de años de olvido, y en especial de una década en que los temas relativos al desarrollo de las comunidades rurales y de los pequeños productores perdieron toda importancia en la política gubernamental, estos tópicos volvieron a adquirir relevancia de manera creciente. Algunos de los hechos más notables son la presentación y trámite de la ley de víctimas y restitución de tierras, la elaboración de una ley de tierras y desarrollo rural, la inclusión del desarrollo agrario y rural como primer punto de las conversaciones de paz de la Habana, los paros agrarios y el lanzamiento del gran pacto nacional por el desarrollo rural y agrario, la puesta en marcha de la Misión para la Transformación del Campo y el comienzo de la formulación de un programa para el fortalecimiento de la agricultura familiar.

Hoy en día en el país se respira un ambiente diferente, en que lo rural y la equidad constituyen una prioridad. El acceso a la tierra de los más pobres, el apoyo a los pequeños agricultores, la importancia de invertir en las áreas rurales para superar sus lamentables indicadores sociales, la necesidad de promover programas integrales de desarrollo rural en los variados territorios colombianos, la urgencia de conseguir la paz para facilitar el progreso en el campo, son prioritarios para el gobierno nacional y para un amplio sector de la sociedad colombiana. Solamente una minoría de sectores políticos y sociales se opone a estas justas aspiraciones de los ciudadanos del país, y en especial de los moradores rurales. Esperamos que ellos no logren imponer su política y dar marcha atrás a un proceso en el que se están expresando y reconociendo justas aspiraciones de los habitantes rurales del país.