El GDR Colombia pide apoyar a la agricultura familiar

Imagen

En medio del optimismo por el avance en las negociaciones para poner fin al conflicto, el Grupo Diálogo Rural Colombia advierte sobre la necesidad de atender con políticas públicas a los pequeños productores rurales.

 

El Grupo Diálogo Rural Colombia cree que las negociaciones de paz en La Habana entre el gobierno y la guerrilla de las FARC avanzan por buen camino y podrían permitir un acuerdo positivo para mejorar las condiciones del sector rural, pero hace falta mucho camino por recorrer en relación con los mecanismos concretos para aliviar la situación de pobreza y saldar la deuda histórica que el país tiene con el sector rural y con los pobres del campo. Luz Amparo Fonseca, de la junta directiva de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) y miembro del GDR, lo resumió de esta manera: “Nos estamos poniendo de acuerdo en el qué, pero lo más difícil es el cómo”.

 

Más allá de la discusión sobre si la agricultura familiar es más eficiente que la gran producción agroindustrial – un tema que se discute por estos días - el grupo coincide en que es hora de apoyar claramente, desde las políticas públicas, a los pequeños productores ruralesGremios del sector privado como la SAC, así como organizaciones campesinas, guerrillas y gobierno, coinciden en algunos puntos esenciales de la discusión, entre ellos la imperiosa necesidad de poner fin a los latifundios improductivos, o la limitación de la inversión extranjera en tierras. Pero todavía no se llega a consensos en la manera en que estas ideas serán puestas en marcha tras un eventual acuerdo de paz. En palabras de Absalón Machado, miembro del GDR, “hay coincidencias en algunos temas, pero hay que tener en cuenta que esas coincidencias se dan en el contexto de discursos muy diferentes. Una cosa es el discurso político de las Farc y otra el discurso del gobierno”. En su opinión, las diferencias se van a presentar en el cómo; “Cuáles son los instrumentos, en qué grado se aplica, etcétera; mi percepción es que de La Habana no va a salir el cómo, sino un acuerdo general de lo que se quiere, y después habrá unos mecanismos posteriores para examinar cómo se va a hacer realidad todo eso, y allí creo que grupos como el GDR Colombia serán útiles para ayudar en esa tarea”, dijo.

 

Una preocupación del Grupo Diálogo Rural Colombia tiene que ver con el papel que tendría la agricultura familiar y la pequeña economía campesina en las políticas que surjan en un hipotético escenario de pos conflicto. Más allá de la discusión sobre si la agricultura familiar es más eficiente que la gran producción agroindustrial – un tema que se discute por estos días - el grupo coincide en que es hora de apoyar claramente, desde las políticas públicas, a los pequeños productores rurales, tradicionalmente  abandonados por el Estado y muchas veces considerados como un lastre o una pesada carga que afecta negativamente el desarrollo del país. Para Santiago Perry, Secretario Técnico del GDR Colombia, los pequeños productores rurales antes que ser una carga, son una oportunidad para el desarrollo rural, por sus potencialidades, por su eficiencia y por sus aportes a la seguridad alimentaria.

 

El representante a la Cámara Luis Enrique Dussán, insiste en que el punto de partida para un cambio importante en el tema rural debe ser el ordenamiento productivo del territorio “a partir de un rumbo claro acorde con las potencialidades de los territorios, considerando los mercados y garantizando el uso y la distribución adecuada de la tierra”. El parlamentario considera que en las regiones caben todos los productores, grandes y pequeños, y que lo importante es que el territorio identifique sus fortalezas productivas y las aproveche en beneficio del desarrollo regional.

 

Luz Amparo Fonseca insistió en que “a los pequeños productores no podemos tenerlos en zonas de reserva. Hay que empoderarlos de manera organizada. Entre más organizados estén los pequeños productores rurales, más competitivos serán”.

 

El grupo Diálogo Rural Colombia se reunión el pasado 11 de febrero en Bogotá, para reanudar las actividades y preparar sus aportes al debate rural que ha comenzado en el país.