Comienza la era del Enfoque Territorial en Colombia

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El Desarrollo Rural con Enfoque Territorial es una estrategia participativa, equitativa y democrática para conseguir la transformación del campo y saldar la deuda histórica con el sector rural, que reconoce las diferencias entre regiones y convoca al conjunto de la sociedad civil y a la institucionalidad territorial a construir conjuntamente las visiones, planes y programas que desean implementar para el desarrollo rural de sus territorios y a participar en un proceso concertado de priorización de las inversiones.
Esta estrategia fue una de las recomendaciones de la Misión para la Transformación del Campo, y está contemplada en los acuerdos firmados en La Habana entre el gobierno y las FARC.

En Europa se utilizan aproximaciones parecidas desde hace varias décadas y en Colombia diversos sectores habían propuesto la adopción del Enfoque Territorial, entre ellos el Grupo Diálogo Rural Colombia, que coordina la Corporación PBA a través de su Director Ejecutivo, Santiago Perry. El Plan Nacional de Desarrollo del actual gobierno lo incluyó entre sus políticas, pero fue la proximidad de un acuerdo final en La Habana el factor que aceleró su implementación, puesto que el punto uno de los acuerdos contempla explícitamente la preparación de programas de este tipo en varias zonas.

Anticipándose a la agenda de los acuerdos y de común acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación, la Corporación PBA inició con recursos del FIDA las formulaciones en cuatro territorios del país, que fueron identificados con base en sus potencialidades y experiencias: el sur de Santander, exactamente en las provincias Comunera, Guanentina y Veleña; la Provincia de Márquez en Boyacá; en la zona Costanera de Córdoba y Sucre, incluyendo los municipios Canalete, los Córdobas, Puerto Escondido, Moñitos, San Bernardo del Viento y San Antero de Córdoba y Coveñas de Sucre; y en el sur del Atlántico, en el territorio conformado por los municipios Suan, Santa Lucía, Manatí, Campo de la Cruz, Candelaria y Repelón.

En dichos territorios se dio comienzo hace algo más de un mes a la construcción de los primeros PDRIET (sigla con la que se les ha bautizado provisionalmente). La Corporación PBA juega en ellos el papel de facilitador y asesor metodológico. Equipos de profesionales de la Corporación PBA acompañan estos cuatro procesos, en los que están involucrados directamente actores territoriales influyentes. En el sur de Santander participan instituciones como la Universidad de San Gil, la Fundación Coomuldesa, la Asociación de municipios de la Provincia de Vélez, las Diócesis de Socorro y San Gil y de Vélez, y organizaciones sociales como CorpoVélez, El Común y la Mesa de Mujeres, entre muchas otras. En Boyacá es la gobernación directamente quien lidera la iniciativa con la Corporación, con el apoyo de la Universidad Central y organizaciones de pequeños productores rurales. En la zona costanera de Córdoba los aliados son la Universidad de Córdoba, la Universidad Central y las redes de jóvenes rurales y de productores de plátano; y en el sur del Atlántico participan el IICA, la Gobernación, la Universidad Libre, otras entidades y organizaciones de productores.

A la fecha, se han conformado equipos territoriales de construcción de los PDRIET y se preparan los manuales y talleres con la población y con los diferentes actores, para llevar adelante los diagnósticos territoriales, la construcción de visión común en cada territorio, la formulación de líneas estratégicas y la priorización y formulación de proyectos de inversión. El plazo para tener listos estos primeros cuatro Programas de Desarrollo Rural Integral con Enfoque Territorial es el mes de enero de 2017.

Los equipos de trabajo definieron que los procesos sean realizados con la mayor participación posible de la población, involucrando a los alcaldes y autoridades municipales y a la institucionalidad presente en los territorios, así como a la mayor diversidad posible de expresiones sociales organizadas, desde las organizaciones campesinas hasta los gremios del sector privado y los medios de comunicación, especialmente las radios y canales de televisión comunitarios.