Entrevista con el director ejecutivo de la Corporación PBA, Santiago Perry.
Desde el 2001, la Corporación PBA ha venido trabajando en el ámbito del desarrollo participativo rural, facilitando y acompañando procesos de pequeños productores en el Caribe húmedo, Caribe Seco, Zona Andina, Antioquia, Nariño, Casanare y Tolima. Santiago Perry, Director Ejecutivo de la Corporación, explica la filosofía, componentes y estrategias de los Corporación para que sus procesos se conviertan en casos de éxito en el país.
"No creemos que ninguna comunidad se pueda desarrollar porque llegue un agente externo y la deje desarrollada".¿Cómo entiende la Corporación PBA la innovación rural para el desarrollo?
Santiago Perry: La Corporación PBA trabaja procesos participativos de desarrollo en las comunidades rurales; para nosotros participativo es que participen de verdad, con capacidad de decisión en todos los aspectos que tienen que ver con su propio desarrollo. No creemos que ninguna comunidad se pueda desarrollar porque llegue un agente externo y la deje desarrollada. Las comunidades y las sociedades se desarrollan cuando se preparan conscientemente, se capacitan, se organizan y se apropian de sus procesos. Obvio que puede haber factores externos que sirven de catalizadores, pero realmente el tema central está en que las comunidades creen capacidades y se decidan a liderar sus propios procesos.
Los procesos de desarrollo se componen de muchos aspectos, nosotros estamos concentrados en el tema del desarrollo socioeconómico de la comunidad; para la Corporación PBA la base de que se logre un proceso de desarrollo es que éstas mejoren en todo lo que tenga que ver con su desempeño económico y que esa mejora les sirva de base para su mejoramiento social también.
¿Cuál es el primer paso en el trabajo comunitario de la Corporación PBA?
Santiago Perry: Siempre que comenzamos a trabajar con las comunidades, éstas hacen un diagnóstico facilitado por nosotros de cuáles son los principales problemas respecto a su desarrollo económico, productivo, comercial, etc. Y sobre la base de ese diagnóstico, comenzamos a formular con ellas unas soluciones que después se van a concretar en proyectos específicos que vamos a trabajar conjuntamente.
En la formulación de soluciones, encontramos que el tema tecnológico es clave dentro del proceso de desarrollo. Las comunidades tienen problemas tecnológicos serios en la parte productiva, con esos problemas que están enfrentando no van a poder mejorar realmente sus condiciones de vida, así como están trabajando escasamente, en muchos casos, les alcanza para vivir y no les alcanza para mejorar.
Comenzamos a mirar con ellos cómo se pueden solucionar y mejorar las tecnologías que están aplicando; que sean tecnologías más adecuadas a sus condiciones, que tengan en cuenta el medio ambiente; sus limitaciones económicas, sociales, culturales; y los más importante, que sean soluciones que tengan en cuenta lo mejor que hay tecnológicamente a nivel internacional. No limitarse a cualquier mejoramiento tecnológico sencillo, sino que busquemos cómo realmente pueden utilizar las mejores tecnologías posibles para su producción. Lo importante aquí es que sean ellos los que aprendan cómo investigar, cómo desarrollar y adaptar esas tecnologías existentes y cómo hacer un mejoramiento tecnológico para enfrentar los problemas de sus fincas.
¿Dentro de este mejoramiento tecnológico, qué otros elementos se vinculan para concebir un trabajo integral con los productores?
Santiago Perry: Si queremos que el mejoramiento tecnológico y productivo implique el mejoramiento económico, necesitamos que los pequeños productores sepan cómo administrar sus fincas como un negocio, cómo comercializar sus productos y agregarles valor; y logren que ese mejoramiento tecnológico, que seguramente va a implicar mayor producción, realmente llegue a representar para ellos mayores ingresos, entonces trabajamos el mejoramiento empresarial. Sin embargo, estamos convencidos que para que mejoren en todos estos temas es indispensable trabajar otros aspectos fundamentales; y el primero tiene que ver, como nosotros lo llamamos, con el crecimiento personal.
Cuando nosotros comenzamos a trabajar con los pequeños productores, encontramos que muchos tenían conocimientos importantes de la parte técnica pero que no se atrevían a expresarlas porque tradicionalmente el Estado, las ONG´s, todo el que se ha relacionado con ellos ha llegado a llevarles teóricamente conocimientos y han despreciado los conocimientos de los pequeños productores; en ocasiones se han burlado de esos conocimientos.
¿Con que intensión inició la Corporación el proceso en torno al crecimiento personal?
Santiago Perry: Iniciamos a trabajar un programa de crecimiento personal y desarrollo humano para que recuperaran esa confianza en sí mismos, al mismo tiempo que comenzamos a fomentar una serie de valores para que pudieran trabajar conjuntamente por ese mejoramiento económico, pues es muy difícil que en una comunidad de estas mejoren individuos aislados. Así, el tema del crecimiento personal trabaja la recuperación de la confianza de las comunidades y el fortalecimiento de valores que son fundamentales para el trabajo colectivo.
En esta misma línea, comenzamos a trabajar en que la comunidad adquiera habilidades y capacidades que le permita liderar sus procesos de desarrollo, que cree capacidades para formular, gestionar, realizar, monitorear y evaluar proyectos. Trabajamos ese tema que tiene que ver con el empoderamiento, que es trabajar en los individuos, en cambiar su forma de pensar y que crean y adquieran confianza en sí mismos. Entonces, si los pequeños productores ya tiene asociaciones trabajamos en fortalecerlas, y si no tiene asociaciones trabajamos en que las creen y se vayan fortaleciendo y consolidando poco a poco.
Exactamente, ¿cuáles son los componentes de la estrategia de la corporación?
Santiago Perry: Lo que he mencionado hasta el momento son los cuatro componentes de nuestra estrategia: Mejoramiento tecnológico participativo, emprendimientos rurales participativos (parte empresarial), empoderamiento de los pequeños productores rurales y desarrollo organizativo para la innovación. El empoderamiento se trabaja en los individuos para que trabajen por el bien colectivo; y en lo organizativo trabajamos a nivel grupal. En el desarrollo participativo para la innovación trabajamos la parte organizativa de construcción de tejido social, de fortalecimiento de la cohesión comunitaria para que las organizaciones sean realmente participativas y transparentes.
¿Trabaja la Corporación dentro del ámbito educativo?
Santiago Perry: Todo lo que trabajamos en empoderamiento tiene que ver con la educación de los adultos, incluso estamos trabajando la tercera fase de la política de empoderamiento que es la creación de grupos de campesinos multiplicadores, capaces de ser facilitadores y de acompañar procesos en otras comunidades, eso implica capacitarlos y formarlos en temas pedagógicos. Nos hemos metido en temas de educación formal por solicitud de los pequeños productores, aunque no sea este el eje del trabajo de la corporación en sí.
El tema en educación por solicitud de los productores comenzó porque en el colegio sus hijos, incluso los hijos que estudian en instituciones técnicas, estaban aprendiendo cosas menos avanzadas comparado con lo que los pequeños productores estaban aprendiendo y trabajando con nosotros. Entonces comenzaron a hablar con los colegios de sus hijos, con las instituciones educativas técnicas agrícolas para ayudarles a cambiar sus planes educativos institucionales. Pero en sí, el tema de la educación es aledaño a nuestro trabajo.
¿Cómo contribuye la corporación PBA a este desarrollo para mitigar el impacto causado por las condiciones de pobreza de los pequeños agricultores rurales?
Santiago Perry: Nosotros creemos que los proyectos que no tienen en cuenta esos distintos componentes, no contribuyen de verdad a la reducción de la pobreza en el mediano y largo plazo. Qué va a pasar si la comunidad no aprende ni crea capacidades en el proceso; se van a presentar distintos tipos de problemas que llevan a que fracasen.
Nosotros conocemos muchos ejemplos de proyectos en los cuales se les transfirió tecnología a los productores, se les ayudo a montar un proyecto pero no se crearon capacidades, no fortalecieron sus organizaciones; al cabo de un tiempo uno vuelve y todo se destruyó, entonces uno pregunta por qué se destruyó esto “Ah, porque aprendimos sólo lo técnico y no sabemos cómo manejar esto como una empresa”, “ah, porque acabamos peleando entre nosotros, no supimos cómo manejar los conflictos internos que tenía la organización”, “porque el líder se robó la plata y se fue”, “porque el líder se murió” El Líder, y no porque todos estaban empoderados y había un equipo de liderazgo.
¿Entonces, según los Corporación PBA, cómo se combate la pobreza?
Santiago Perry: Si uno quiere combatir la pobreza tiene que crear capacidades para que la misma gente mejore sus condiciones de vida; aprenda cómo mejorar tecnológicamente y económicamente, cómo formular proyectos y negocios, como liderar sus organizaciones y cómo resolver los conflictos internos que se presenten.
La pobreza tienen que derrotarla los mismos pobres creando capacidades para liderar sus negocios, sus procesos de desarrollo, sus proyectos, sus programas; sólo así podrán mejorar sus condiciones de vida.
¿En dónde queda el Estado y sus responsabilidades en este proceso?
Santiago Perry: Nosotros, obviamente, buscamos que el gobierno apoye a las comunidades. Cómo lo buscamos, ¿haciendo nosotros gestión ante el gobierno? No, creando capacidades en las propias comunidades para que ellas hagan gestión. Nosotros los apoyamos, si hay una convocatoria del ministerio de agricultura, del SENA y las comunidades ven que hay un problema que esa convocatoria puede resolverles y vale la pena formular un proyecto, nosotros los acompañamos, pero que aprendan en el proceso y sean ellos quienes lo lideren y no nosotros. Nosotros somos unos facilitadores, somos unos acompañantes en las comunidades, ese es nuestro papel.
Creemos que las comunidades deben aprender a gestionar el apoyo del estado y exigirle. Lo que el Estado le da a las comunidades no son migajas, no son regalos, es un derecho que tienen las comunidades a ser atendidas y a que se les devuelva parte de lo que toda la sociedad paga en impuestos. Enseñamos cómo exigir esos derechos, cómo gestionar para que esos derechos se concreten. Claro está que si la comunidad tiene una idea, pero no sabe cómo formular eso en proyecto, pues no va a lograrlo.
¿Se involucra la Corporación con el Estado a través de alianzas para apoyar a la comunidad?
Santiago Perry: También hacemos alianzas con entidades del Estado para que faciliten ese proceso, que faciliten a las comunidades jalonar recursos, pero el papel fundamental deben tenerlo las comunidades, ellas deben aprender cómo gestionar, como formular, como exigir sus derechos y cómo lograr que el Estado a nivel municipal, departamental y nacional las apoye.
¿Qué hace que los métodos utilizados por la Corporación PBA sean diferentes a los empleados por otras organizaciones que trabajan para el desarrollo sostenible?
Santiago Perry: La primera diferencia es que nosotros no acompañamos proyectos ni somos captadores de proyectos, acompañamos procesos de desarrollo en las comunidades rurales. Para la Corporación, los proyectos son simplemente una herramienta que permite organizar el trabajo y conseguir recursos para resolver un problema específico. Si nos ofrecen un proyecto que no ayuda a resolver uno de los problemas centrales de una comunidad o un problema sentido por una comunidad, no lo hacemos, no nos interesa.
La segunda gran diferencia es que nosotros creemos que los procesos deben liderarlo totalmente las comunidades rurales en todos sus aspectos, que su participación debe ser activa, decisoria y en todas las actividades, fases y etapas de sus programas, proyectos, negocios, etc.
¿Para la Corporación PBA, por qué es importante la activa participación de los productores rurales en los procesos de desarrollo?
Santiago Perry: Cualquier actividad que se haga sin la participación de los productores es perjudicial y perversa, es perjudicial porque acostumbra a los productores a que les hagan las cosas por ellos, es perversa porque crea en los productores la concepción “me tienen que hacer las cosas, yo no tengo que hacerlas”, es perjudicial porque el productor no aprendió nada en el proceso, no se crearon capacidades. Entonces el trabajo lo hace la comunidad con nuestro acompañamiento, apoyo, facilitación.
"Nosotros creemos que los procesos deben liderarlos totalmente las comunidades rurales".Una tercera diferencia tiene que ver con el tema de integralidad; para nosotros si sólo se trabaja la parte técnica y se deja de lado lo empresarial, el empoderamiento y el desarrollo rural organizativo, eso fracasa. Entonces, tenemos una visión integral del asunto, en el cual juegan los temas culturales, los problemas individuales de las comunidades, las condiciones del medio ambiente, hay muchos factores que inciden en el proceso de desarrollo. El tipo de profesionales que tenemos en la corporación es supremamente variado, porque necesitamos conocimientos desde distintas áreas para poder enfrentar esos problemas y que ayude con esos conocimientos a crear capacidades en los productores para resolver sus problemas.
La cuarta diferencia es que nosotros creemos que los pequeños productores tienen capacidades para aprender cualquier cosa y por esa razón no se les debe limitar en el tipo de aprendizajes o en el tipo de tecnologías que se utilicen.
¿Cuál puede ser un ejemplo clave que demuestre que sí es posible implementar tecnología avanzada en los procesos de desarrollo sostenible de los productores rurales?
Santiago Perry: Con los pequeños productores comenzamos a trabajar en que aprendieran a producir semilla limpia y de alta calidad, los materiales iniciales de esa semilla primero se producían en laboratorios en un periodo de endurecimiento en invernadero, después iba a los viveros de los pequeños productores para que ellos la repicaran y aprendieran a propagarla y a manejarla con todo el cuidado para producir una semilla de muy buena calidad. Pero siempre teníamos la inquietud ¿los pequeños productores podrían hacer la parte de laboratorio? Y comenzamos a discutirlo con los pequeños productores y con entidades aliadas como el CIAT, Centro Internacional de Agricultura Tropical, y con el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional.
Formulamos un proyecto con unas organizaciones rurales de la Costa para presentarlo a una convocatoria del Ministerio de Agricultura. Nos aprobaron el proyecto y pudimos desarrollar los dos primeros laboratorios, en los cuales los investigadores y la comunidad hicimos un proceso de investigación para adaptar lo que es un laboratorio en cualquier parte a las condiciones de campo de los pequeños productores en el Caribe Húmedo. Hoy en día se ha logrado que puedan producir invitro, semilla limpia de yuca y ñame.
Otro ejemplo de eso es el tema de la utilización de las tecnologías de la informática, desde que nosotros comenzamos a trabajar con los pequeños productores les dijimos que tenían que aprender a manejar el computador e internet. Fuimos capacitándolos para que llevaran en un computador todas las cuentas de sus proyectos, de su organización, de las fincas, los capacitamos para que manejaran internet y que nos mandaran los informes a través de correos electrónicos. Luego decidimos comenzar a hacer capacitaciones virtuales – presenciales. Mucha gente nos dijo que estábamos locos, que eso no iba a funcionar. Funcionó perfectamente. Entonces, hemos logrado que los pequeños productores utilicen también las tecnologías de la informática para comunicarse, investigar mercados y también para estudiar, para aprender.
¿Cuáles alianzas tiene la Corporación PBA a nivel internacional?
Santiago Perry: En primer lugar está la alianza con los otros países andinos para la conformación del consorcio andino de innovación participativa con pequeños productores, que nosotros lideramos, en el cual hay entidades de Ecuador, Perú, Bolivia y Venezuela. En América Latina, tenemos una alianza con Cuba en el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas, con quienes formulamos conjuntamente un diplomado en innovación participativa; con dos centros internacionales que son el CIAT, Centro Internacional de Agricultura Tropical, con sede en Colombia, y con el Centro Internacional de la Papa, CIT, que tiene sede en Perú.
¿Qué alianzas importantes tiene la Corporación con países europeos?
Santiago Perry: En Europa tenemos relaciones con varias entidades, en primer lugar con el gobierno de Holanda, que ha sido nuestro principal financiador; tenemos un convenio con NUFFIC que es una entidad que maneja recursos de Holanda para programas de educación, con ellos adelantamos procesos de capacitación para nosotros, tanto aquí en Colombia como en Holanda; tenemos convenios y alianzas con la Universidad de Wageningen, la universidad agrícola más grande de Holanda y de Europa; tenemos convenio con una firma de consultoría e investigación internacional que se llama MDF y ahora con otra entidad que llamada CINOP.
En España tenemos acuerdos con la ONG FUNDESO, con la cual estamos formulando y gestionando proyectos; tenemos un acuerdo con la universidad Carlos III en Madrid, a través del cual recibimos practicantes a Colombia.
Hemos tenido proyectos con otras instituciones como el CIRAD de Francia, con la universidad BATH en Inglaterra, con la universidad del Louvain en Bélgica y con la universidad de Frankfurt en Alemania.
¿Cuál es la proyección de la Corporación PBA hacia el 2010?
Santiago Perry: Este año tenemos vario retos, el principal es el de poder responder a las crecientes demandas que estamos recibiendo por parte de distintos sectores de la sociedad que quieren que nosotros entremos a participar en procesos en varias regiones del país. El crecimiento de la corporación es bastante grande y rápido, obviamente hay que acelerar el proceso de formación de facilitadores y multiplicadores nuestros, dando énfasis en que la mayoría sean pequeños productores. Ya hay una cantidad muy importante de pequeños productores que trabajan con nosotros, que están en capacidad de facilitar y de acompañar procesos de desarrollo en las comunidades rurales.
En un proyecto con ECOPETROL estamos capacitando en nuestras metodologías a cinco Programas de Desarrollo y Paz de la Costa Atlántica, lo estamos haciendo con algunos profesionales y con un grupo de quince pequeños productores multiplicadores. Recientemente hemos iniciado procesos en cuatro departamentos nuevos en el país, hay demandas permanentes y están apareciendo nuevas oportunidades. El trabajo de la Corporación ha comenzado a conocerse y eso ha determinado que cada vez más gente quiera que nosotros los capacitemos en nuestras metodologías, en nuestras estrategias de trabajo, etc. Para dar respuesta a ese crecimiento requerimos de un proceso muy fuerte de ampliación de nuestro equipo de trabajo, de nuestro equipo de facilitadores, incluidos profesionales y pequeños productores. Ese es para mí el reto más importante que tenemos en este momento.
Un reto muy importante es la modernización administrativa y de sistemas de la Corporación, el otro es la utilización masiva de tecnologías de la información y comunicaciones – TICS –. Algunos de los convenios con nuestros financiadores tradicionales se acaban este año y tenemos que conseguir otros recursos para seguir atendiendo estos procesos, ese es otro reto. Entonces son necesarios una cantidad de recursos mayores, por eso es indispensable la modernización administrativa, para estar preparados y poder manejar el crecimiento y expansión que la Corporación PBA está presentando.